Cuando los pícaros descubran el valor de la honestidad, serán honestos por picardía

Benjamin Franklin

En la mitología romana, Sancus (o Sangus) era el dios que velaba por el cumplimiento de los juramentos, los contratos y los negocios que se hacían en su nombre y honor. Representaba la lealtad y la honestidad.

Su templo estaba construido en la colina del Quirinal y carecía de techo. El ritual ante Sancus requería hacerlo «a cielo abierto», a la vista de los dioses para que, consecuentemente, éstos pudieran impartir las «sanciones» si se incumplía. Palabras que debemos a Sancus son santo/a, santificar, sanción, sancionar…

A un trabajador/a, socio/a, profesional, equipo o cualquier ente del mundo profesional siempre pedimos conocimiento, eficiencia, eficacia, especialización, trabajo en equipo, ambición y muchas cosas más, pero rara vez encontramos los mejores cimientos para agrupar todas esas cualidades: la lealtad y la honestidad.

Esta alegoría representa la semilla de los principios por los que «trato» de regirme, ¿quieres leerlos?

Dios Sancus